sábado, 31 de agosto de 2019

Los silencios de Eilis (continuacíón del comentario de la novela Brooklyn)





La vida que durante un mes ha llevado Eilis Lacey en Enniscorthy a su regreso de Estados Unidos es la experiencia tan singular a la que me he referido en la entrada anterior. Esa experiencia es de las que transforma el resto de la vida, y no porque se modifiquen las condiciones materiales de la vida, sino porque transforma la vida interior. Sería menos especial si Eilis pudiera contarla, pero no lo hará. Se convertirá en su secreto, un secreto doloroso porque engañó, pero también fue bonito, y representará en momentos de crisis una posibilidad de existencia que pudo ser y que no tuvo el valor de perseguir hasta el final. 

Esta entrada es una aproximación al carácter de Eilis o su falta del mismo. La cita que sigue da una idea del temperamento de nuestra protagonista por el contraste con el carácter de su novio. Tony  es un chico decidido, conoce la profundidad e intensidad de sus sentimientos y tiene imaginación y sabe que Eilis no la tiene, no se representa el futuro. ella está sumida en el presente, en sus tareas cotidianas y en sus recuerdos del hogar. En esta conversación, Eilis parece una niña, no se comporta como una joven que ha analizado sus sentimientos, que tiene expectativas, que reconoce sus dudas.

    “- Cásate conmigo antes de irte – dijo él, casi sin voz.
           -  ¿Qué has dicho? – Eilis fue hacia el portal y se sentó junto a él.
      - Si te vas, no volverás.
          --  Solo me voy un mes, ya te lo he dicho.
          -   Cásate conmigo antes de irte.
      - No confías en que vuelva.
      - He leído la carta que te escribió tu hermano. Sé lo difícil que sería para ti ir a casa y después tener que volver. Sé que sería difícil para mí. Sé lo buena persona que eres. Viviría con el temor de recibir una carta tuya contándome que tu madre no puede quedarse sola.
      -   Te prometo que volveré. 

      (.........)
      Al hablar los ojos de Tony se llenaron de lágrimas.
      - Porque si no lo hacemos, me volveré loco.
      - ¿Y no se lo diremos a nadie?
      - A nadie. Nos tomaremos medio día libre, ya está.
      - ¿Y llevaré anillo?
      - Puedes hacerlo si quieres, pero si no, no pasa nada. Todo eso podría ser algo privado y solo entre nosotros dos, si quisieras.
      - ¿Una promesa no sería lo mismo?
      - Si puedes prometerlo, también puedes hacer esto fácilmente."

Nadie que haya leído la novela puede pensar lo contrario a Tony, Eilis es una buena persona. Normalmente, entendemos que una buena persona es la que es considerada con los sentimientos de los demás y en la que se puede confiar.  Eilis ha demostrado que le importan los sentimientos de los demás: he contado en la entrada anterior como su jefa en la tienda sabe aprovechar su cuidadoso trato para ponerla al frente de la clientela negra. Por supuesto, es una estupenda empleada y sabe mantener  con todas las personas una delicada distancia. Antes de abordar el tema de la confianza, voy a tratar los silencios de Eilis, pues éstos van a marcar su destino. De entre ellos, he seleccionado los siguientes:

1.- La familia Lacey vive con estrecheces y hay escaso trabajo en Enniscorthy, por ello Eilis acepta el empleo para trabajar los domingos en la tienda de ultramarinos que le ofrece la señora Kelly. Si hay una mala persona en la novela ésta es la dueña de la tienda. Rose dejó de ir a comprar allí porque el trato tan desigual que se da a los clientes es ofensivo. Esta señora manda a sus empleadas dar pan del día anterior para los clientes "pobres", decide que productos están en existencia en función de quién los pide y no respeta un orden de llegada. De todo ello se da cuenta Eilis y lo registra mentalmente, pero no hace ni dice nada. Es más, Eilis se calla algunas actitudes de la dueña porque teme que su hermana se enfade y no le permita seguir trabajando. 

2,- Rose se ha puesto en contacto con el padre Flood, un sacerdote que en Brooklyn cuida de la comunidad de irlandeses. Un día viene a merendar. Están la madre, Eilis, Rose y el sacerdote y sólo hablan los dos últimos. Es llamativo que Eilis no haga preguntas, pues es su partida, ella mira y escucha, pero calla, al igual que la madre que ha delegado el asunto, como tantos otros, en su hija mayor. Eilis no quiere irse. El lector espera que en algún momento se pronuncie, diga que no desea abandonar el hogar. Es más, en los días siguientes, Rose prepara el viaje de su hermana, documentos y ropa, y Eilis, para no acentuar la pena silenciosa de su madre, para no contradecir a su hermana, se muestra despreocupada, casi alegre.

Del primer episodio sorprende que Eilis no se altera trabajando en ese lugar. Ella sabe que el dinero es bienvenido en casa y evita el relato del trato de la señora Kelly cuando está su hermana, y si cuenta algo lo hace en tono de humor, para que Rose y su madre se diviertan. Eilis advierte que su jefa es injusta y que mientras realice su tarea adecuadamente, seguirá empleada.  En la segunda escena, Eilis desespera al lector: ¿por qué no se expresa? ¿por qué no dice que ya está añorando su hogar? Su confianza en el criterio de Rose es absoluto, pero ella no es sincera.

3.- Eilis ha vuelto al hogar y junto a su madre arreglan asuntos dependientes de la muerte de Rose. Las dos han estado muy cerca físicamente, sin embargo la comunicación ha sido pobre. Su madre no le ha preguntado por su vida en Brooklyn y ella no ha encontrado el momento de anunciarle que se ha casado, ni siquiera le dice que tiene una relación sentimental. La madre, acongojada por la pérdida de su hija mayor, no parece interesada por cómo es la vida de su hija más allá del océano, al igual que su amiga ocupada en preparar su boda. Y pasan los días y calla.

En las cuatro escenas se reconoce un patrón de conducta que define la personalidad de Eilis: una percepción adecuada y una respuesta inadecuada. En la primera, Eilis se da cuenta de que Tony quiere una garantía de su regreso, en la segunda sabe que trabajar para la señora Kelly supone cierta complicidad en el comportamiento indigno; en el salón de su casa, percibe que Rose conversa con el sacerdote para que las tres mujeres queden tranquilas respecto a la atención que a Eilis se le dará en Brooklyn; y, en la cuarta situación, Eilis va callando y se da cuenta de las ventajas día tras día, de mantener su otra vida, la de ultramar, entre paréntesis.

En relación a sus temas de estudio, de derecho y contabilidad, Eilis saca muy buenos resultados. Su inteligencia piensa en estos asuntos hasta el final y con bastante precisión. Con respecto a los asuntos humanos que le conciernen, Eilis actúa como espectadora, como si no fuera del todo ella, o como si fuese solo una parte de ella la involucrada. Esa impresión es la que da en las situaciones descritas. Como consecuencia de esa actitud, nuestra protagonista no se pone en acción, no desencadena voluntariamente algún suceso que modifique en algo el estado de cosas. En cuanto a su trabajo en la tienda, Eilis se pliega a las exigencias de su jefa, actúa como "una niña buena", situándose en un nivel pre-moral. Tampoco Eilis es capaz de oír su propia voz, de hacerse presente con algún comentario en la reunión con el padre Flood, como si no se tratara de su partida.

Con respecto a la decisión de contraer matrimonio, sorprende que se ocupe de un asunto tan intrascendente como llevar o no el anillo. Quien haya leído la novela sabe que Eilis le tiene mucho afecto a Tony, pero que sólo después de reflexionar puede decir que le ama. Esa no es la actitud de una enamorada y ella lo sabe. Es un botón de muestra de una pauta de pensamiento y de conducta que la caracteriza. Eilis no lleva hasta el final el pensamiento de todo lo que significa contraer matrimonio. La charla sobre el anillo es una evasión y también y sobre todo la confirmación de que "esto a ella no le pasa". El anillo no se lo va a poner: así no lo ve nadie y ella tampoco, así es como si nada hubiera cambiado, si no estuviera casada. Pero esto no lo tiene presente en su conciencia.

¿ Es falta de valor? ¿Es carencia en su educación moral? ¿Podemos seguir afirmando que Eilis es una buena persona?


Continuará